Sugerencias para un buen rendimiento de tu telepráctica

Ocho consejos para que tu telepráctica sea efectiva.

Como consecuencia de la pandemia por el COVID-19, muchos profesionales tuvimos que empezar a ofrecer ciberterapia de un día para el otro. Algunos de nosotros estamos más amigados con la tecnología y otros son más reticentes a este tipo de cambio. Desde mi corta experiencia en esta modalidad, quiero compartir algunas cosas a tener en cuenta, que me resultaron positivas para mi práctica diaria.

1.

Ten los materiales y recursos que vas a usar en la terapia previamente preparados.

Si atiendes pacientes en edad escolar y usas imágenes o documentos de tu computadora, es muy conveniente crear carpetas con las edades o el grado de los niños para mantenerte más organizado y encontrar lo que buscas mucho más rápido. También es un buen recurso usar pizarras para escribir con marcador borrable, que los niños pueden ver claramente.

2.

Prepárate un vaso de agua, preferentemente a temperatura ambiente.

A veces, tenemos que exigir más nuestra voz para mantener la atención de los niños; ya sea por problemas de conexión o porque los pacientes se distraen más fácilmente. Con un poco de agua nos mantenemos hidratados y evitamos la sensación de sequedad de garganta.

3.

Trata de tener un horario fijo para tus pacientes. 

Como la modalidad de la ciberterapia es nueva para profesionales, pacientes y familia, otra forma de organizarnos es respetar el horario de cada paciente y que ellos lo cumplan. En caso de alguna imposibilidad o cancelación, consideraremos reprogramar la terapia.

4.

Usa una plataforma confiable. 

Debes asegurarte cuáles cumplen con la regulación de HIPAA y cuáles son admitidas en tu estado o región. 

5.

Deja 15 minutos entre terapias.

De esta forma, después de una terapia, tendrás tiempo para ocuparte de tus necesidades o quedarte por unos minutos asesorando a la familia del paciente o simplemente tomando un respiro para volver a empezar.

6.

Busca un lugar de tu casa libre de ruidos.

Si no tienes un cuarto extra u oficina en casa, búscate un rincón en donde puedas estar confortable, con una silla cómoda y suficiente espacio en la mesa por si necesitas apoyar papeles, juguetes u otros materiales.

7.

Pídele a la familia que mantenga el volumen de la TV o la música lo más bajo posible.

Puede ser que el paciente no tenga posibilidad de estar en un cuarto silencioso,  entonces, pídele a la familia que colabore apagando o bajando el volumen de aparatos multimedia u otros artefactos como licuadora o aspiradora. Todo repercute en una pobre comunicación entre terapeuta y paciente.

8.

Trata de ser lo más creativo posible.

Tal como hacemos en la oficina, en la escuela o en la casa del paciente, durante nuestras terapias regulares, tenemos que poner nuestra creatividad al servicio de nuestra práctica; de este modo, captaremos mucho más la atención del paciente y descubriremos nuevas actividades para cumplir los objetivos propuestos.

Karina Rendo
MS, CCC-PHL

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